Tuesday, January 30, 2018

¿QUÉ ES EL SINDROME DEL PIRIFORME?

El síndrome del Piriforme es un trastorno neuromuscular poco común que se produce cuando el músculo piriforme comprime el nervio ciático. El músculo piriforme es un músculo plano, parecido a una banda que se origina en la superficie anterior del sacro, viaja a través del agujero ciático mayor y se une al trocánter mayor del fémur. Este músculo es importante en el movimiento del cuerpo inferior, ya que estabiliza la articulación de la cadera y ayuda a la rotación externa de la cadera, la abducción y la extensión. Esto nos permite caminar, cambiar nuestro peso de un pie a otro y mantener el equilibrio. También se utiliza en los deportes que implican levantar y girar los muslos. En resumen, en casi todos los movimientos de las caderas y las piernas.

Se desconocen las causas exactas del síndrome del piriforme. Pero dentro de las posibles causas tenemos: espasmos musculares en el músculo piriforme, contracción muscular en respuesta a una lesión, inflamación por una lesión. Cualquiera de estos problemas o una combinación de estos, puede afectar el músculo piriforme y afectar el nervio ciático adyacente y causar dolor, hormigueo o entumecimiento en la parte posterior del músculo, la pantorrilla o el pie. El dolor asociado con este problema a menudo imita los signos y síntomas del dolor de ciática en la nalga y la pierna posterior. El dolor al sentarse es común, al igual que el dolor al realizar los movimientos de flexión de cadera, rotación interna y aducción de la pierna. Los síntomas del síndrome del piriforme con frecuencia empeoran después de estar sentado mucho tiempo, al caminar o correr, y pueden mejorar después de acostarse sobre la espalda.

Si un cliente se queja de dolor similar al descrito anteriormente, el entrenador personal  primero debe recomendarle que visite a un médico. Si el cliente ha sido dado de alta de la terapia o por su médico y el dolor persiste, una estrategia eficaz para corregir este tipo de disfunción sería liberar primero el flexor de la cadera mediante técnicas de flexibilidad apropiadas, luego implementar la reeducación de la función del glúteo máximo a través de un entrenamiento de fuerza aislado. Finalmente, reacondicionar el complejo lumbo-pélvico de la cadera a través de integrar movimientos funcionales en un rango de movimiento, plano de movimiento y velocidad, adecuados y específicos para las necesidades del cliente.

A continuación encontrarás algunos ejercicios para liberar la tensión del músculo piriforme y de los flexores de la cadera.

  1. Siéntate encima de un rodillo de espuma colocado directamente en la parte posterior de un lado de la cadera. Cruza una pierna sobre la otra, colocando el pie sobre la rodilla opuesta. Lentamente rodar la parte posterior de la cadera  aplicando una presión prolongada en los puntos blandos por aproximadamente 30 segundos.
  2. Acuéstate boca abajo con un rollo de espuma colocado debajo del muslo. Apoya la parte superior del cuerpo en los antebrazos. Lentamente rueda la parte delantera del muslo sobre el rodillo desde la cadera hasta la rodilla, aplicando una presión prolongada en los puntos blandos por aproximadamente 30 segundos.
  3. Acuéstate boca arriba con ambas piernas extendidas. Luego flexiona una rodilla hacia tu torso y gira tu cadera hacia el lado contrario de la pierna flexionada. Apoya la mano contraria sobre la rodilla de la pierna flexionada haciéndole presión hacia abajo al mismo tiempo que extiendes el otro brazo hacia el lado contrario y giras tu cabeza hacia ese lado. Mantén la presión por 30 segundos.

  4. Acuéstate sobre tu espalda con un pie cruzado sobre tu rodilla. Tira de esa pierna con ambas manos hacia tu cuerpo. Presione la pierna cruzada hacia tu cuerpo hasta que sientas un estiramiento en la parte posterior de tu cadera. Mantener durante 30 segundos.


En muchos casos, la rigidez en el piriforme se puede aliviar con los ejercicios apropiados (como se ha indicado anteriormente). Sin embargo, siempre debemos recordar que no somos profesionales de la medicina, por lo que siempre debemos consultar a un médico especialista para ayudar a entender los problemas de nuestros clientes y remitir a nuestros clientes cuando sea necesario.