Sunday, January 31, 2021

COMO AFECTA LA PROTEINA LA PERDIDA DE PESO

Gracias a la investigación científica sobre nutrición y pérdida de peso ahora se cuentan con estrategias que son clave para ayudar a más personas a ganar la batalla del sobrepeso.

Todos sabemos que junto al ejercicio, el contar con hábitos alimenticios saludables es sumamente importante para una pérdida de peso efectiva y eficiente; y dentro de esa alimentación, la proteína dietética es uno de los macronutrientes clave en una dieta que aumenta la probabilidad de que una persona pierda peso.

La proteína ayuda a prevenir la pérdida muscular y la desaceleración metabólica, ya que la pérdida de peso no siempre es igual a pérdida de grasa. Cuando se pierde peso, la masa muscular también tiende a reducirse, sin embargo, lo que realmente se desea perder es grasa corporal, tanto grasa subcutánea (debajo de la piel) como grasa visceral (alrededor de los órganos).

La pérdida de masa muscular es un efecto secundario de la pérdida de peso que la mayoría de las personas no desea, esto ocasiona otro efecto secundario y es que la tasa metabólica basal tiende a disminuir, en otras palabras, la persona termina quemando menos calorías que antes de perder peso. Esto a menudo se conoce como "modo de inanición" y puede equivaler a varios cientos de calorías menos quemadas cada día.

Un estudio comparó el efecto de la ingesta baja de proteínas (1.0 gramos por kilogramo por día) con la ingesta alta de proteínas (2.3 g/Kg. por día) sobre la masa corporal magra durante un déficit calórico a corto plazo. En promedio, el grupo bajo en proteínas perdió alrededor de 1.6 kilogramos (3.5 libras) de masa muscular, mientras que el grupo alto en proteínas solo perdió 0.3 Kg. (0.66 libras) de masa muscular.

Como podemos observar, comer más proteínas puede reducir la pérdida de masa muscular, lo que debería ayudar a mantener una tasa metabólica más alta a medida que se pierde grasa corporal. El entrenamiento de fuerza es otro factor importante que puede reducir la pérdida de masa muscular y la ralentización metabólica al perder peso. Por esta razón, una ingesta alta de proteínas y un entrenamiento de fuerza intenso son dos componentes increíblemente importantes de un plan de pérdida de grasa eficaz.

¿Cuánta proteína es óptima?

El DRI (Ingesta Dietética de Referencia) de proteínas es de solo 46 y 56 gramos para la mujer y el hombre promedio, respectivamente. Esta cantidad puede ser suficiente para prevenir la deficiencia, pero está lejos de ser la óptima si se está tratando de perder peso o ganar músculo.

La mayoría de los estudios sobre proteínas y pérdida de peso expresaron la ingesta de proteínas como porcentaje de las calorías. Según estos estudios, una ingesta de proteínas del 30% de las calorías parece ser muy eficaz para perder peso. O sea que con una dieta de 2000 calorías, 600 deberían de provenir de la proteína y como cada gramo de proteína tiene 4 calorías, en esta dieta se tendría que consumir 150 gramos de proteína.

También se pueden calcular dependiendo del peso. Por ejemplo, consumir de 0.7-1 gramo de proteína por libra de masa magra es una recomendación común (1.5 a 2.2 gramos por kilogramo). Los atletas y quienes hacen mucho ejercicio deben consumir 2.2-3.4 gramos de proteína por kilogramo (1-1.5 gramos por libra) si su objetivo es perder peso. Siempre se recomienda distribuir la ingesta de proteínas a lo largo del día ingiriendo proteínas con cada comida.

Una de las cosas más importantes que impide la pérdida de peso es el hambre, ya que es mucho menos probable que las personas sigan un plan de nutrición o dieta si experimentan altos niveles de hambre. La proteína es el más saciante de todos los macronutrientes, esto ha sido evidenciado a través de varias líneas de investigación, una mayor ingesta de proteínas tiende a proporcionar más saciedad y menos hambre.

Por ejemplo, en un estudio, los refrigerios ricos en proteínas permitieron a las personas pasar más tiempo entre las comidas y también hicieron que comieran menos en las comidas posteriores. Otro estudio mostró que incluir proteínas en un vaso de agua disminuyó el hambre en comparación con el agua sola.

Dependiendo de la fuente de proteína, parece haber pequeñas diferencias en la cantidad exacta de saciedad que proporciona la proteína; sin embargo, estas diferencias son menores y no tienen un impacto significativo para la mayoría de las personas.

Otro beneficio que aporta el consumo de proteína es en su efecto térmico. El efecto térmico de los alimentos es el "costo" de digerirlos. Esencialmente, se necesita algo de energía para descomponer los alimentos, digerirlos y convertirlos en energía. La proteína tiene el "costo" más alto de los tres macronutrientes. Si bien el efecto total que tiene el efecto térmico de los alimentos sobre el gasto energético diario y la pérdida de peso es pequeño, no carece de sentido y es importante señalarlo.

Si bien muchas dietas diferentes pueden tener éxito para perder peso, el contenido de proteínas de una dieta es uno de los factores importantes a considerar al planificar una dieta. Se ha demostrado que las proteínas promueven la saciedad, ayudan a mantener la masa corporal magra, aumentan ligeramente el efecto térmico de los alimentos y pueden reducir la eficiencia del cuerpo para almacenar calorías adicionales como grasa corporal.

Como en todas las estrategias nutricionales, se necesita analizar el contexto y lo que se pretende al utilizarlas por lo que siempre es necesario el consejo y guía de un médico o nutricionista calificado.




Thursday, January 21, 2021

ASPECTOS A CONSIDERAR CUANDO SE DISEÑAN PROGRAMAS PARA EL CLIENTE PROMEDIO

Independientemente de la edad, el peso e incluso los objetivos, se deben tener en cuenta muchos otros factores para poder diseñar un programa de acondicionamiento físico individualizado que sea efectivo y seguro para cada cliente.

Como profesionales del fitness, estudiamos los ejercicios y las variables de entrenamiento que influyen en el cambio fisiológico, pero existen numerosos factores personales que son igualmente, si no más cruciales, a considerar. Por ejemplo, ¿Quién es el cliente? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cuál es su nivel de condición física actual y su historial de ejercicio o lesiones? ¿Cuántos días a la semana puede dedicar a hacer ejercicio? ¿Qué recursos u obstáculos tienen? ¿Cuáles son sus preferencias? etc. Cualquier cosa que no cumpla con estas consideraciones puede exponer al profesional del fitness (entrenador personal) a la etiqueta desagradable de "entrenador mediocre" que no demuestra un interés genuino de querer ayudar y conocimiento en la materia. Por lo tanto, debemos tener en cuenta ciertos principios básicos al crear programas de entrenamiento individualizados.

Si bien lo ideal de un programa es influir positivamente en fuerza muscular, acondicionamiento cardiovascular, flexibilidad, movilidad, equilibrio, coordinación, agilidad, potencia y funcionalidad. Esto sin duda proporcionaría múltiples beneficios para la salud y el desempeño de una persona. Sin embargo, aunque abordar cada área puede ser realista para el atleta dedicado o el deportista avanzado, para la mayoría de los clientes lograr un diseño "perfecto" de un programa de acondicionamiento físico integral será un desafío.

El mundo real a menudo nos presenta clientes que solo pueden reunirse con nosotros una o dos veces por semana (tres veces si tenemos suerte) y que además hacen muy poco por cuenta propia. Si a esto le agregamos que muchos tienen carreras estresantes y compromisos familiares, es muy común que terminen colocando a su aptitud física en el lugar más bajo en su lista de prioridades. Ahora bien, esto no significa que no se puedan abordar todas las variables que mencionamos anteriormente, pero probablemente llevará más tiempo trabajar y mejorarlas de lo que sería para un atleta competitivo o un deportista avanzado que hace ejercicio cinco o seis días a la semana.

Para un diseño de programas de acondicionamiento físico menos confuso y abrumador, nuestro trabajo es priorizar los elementos más importantes primero. Por ejemplo, priorizar la coherencia y todo lo que conduzca a ella, incluso si el programa parece no ser un "programa perfecto". Debemos tener en cuenta que un "programa promedio" realizado de manera consistente es mejor que un "programa perfecto" ejecutado de manera esporádica.

Primer paso: Alcanzar un nivel básico de acondicionamiento

Teniendo en cuenta que la gran mayoría de la población no cumple con las recomendaciones mínimas para realizar actividad física de forma constante, un profesional del fitness  debe centrarse estrictamente en los aspectos fundamentales. Por esta razón la primera prioridad con los clientes debería ser establecer los fundamentos del movimiento que conducen a mejorar la condición física, y no asumir que sucederá al revés. Antes de introducir entrenamientos duros y opciones avanzadas, debemos asegurarnos que nuestros clientes desarrollen un nivel básico de acondicionamiento cardiovascular, un nivel equilibrado de movilidad y estabilidad, dominen la técnica en los movimientos fundamentales de fuerza (empujar, tirar, sentadillas, flexiones, planchas, etc.) antes de ejecutar las versiones más populares y avanzadas de cada uno.

Segundo paso: No compliquemos las cosas

La simplicidad brinda oportunidades para que los clientes sean autosuficientes. No se debe tener miedo de perder clientes porque se les ayudó a ser independientes en los aspectos básicos del ejercicio, es probable que se pierdan más clientes si se hacen las cosas demasiado complejas o avanzadas. De hecho, la meta debería ser que los clientes se ejerciten por su cuenta, ya que si hacen más por su cuenta, podrán aprovechar nuestros servicios para ayudarlos a avanzar a los siguientes niveles.

Muchos entrenadores personales se sienten obligados a utilizar una variedad de ejercicios para evitar el aburrimiento del cliente o porque piensan que ejercicios “sofisticados” los hará ver como que saben lo que hacen. Sin embargo, esto puede ser contraproducente si no hay una razón sólida para cambiar un programa o ejercicio. Un entrenador no debe sentirse presionado pensando que necesita utilizar todas las herramientas de entrenamiento en el gimnasio, ya que esto puede dar como resultado un entrenamiento mezquino y una sesión sin dirección.

La mayoría de clientes rara vez están expuestos a la amplia gama de equipos y programas a los que los entrenadores estamos expuestos. No deberíamos tener que mirar mucho para ver que a la mayoría de los deportistas les falta dirección y fundamento científico para sus entrenamientos. Por lo tanto, cualquier sofisticación que agreguemos, no importa cuán básica sea en nuestras mentes, es un gran paso adelante para ellos. Si bien "cambiar las cosas" puede ayudar a prevenir estancamientos y mantener las cosas frescas, debe haber una razón que coincida con el objetivo final.

Tenemos muchas herramientas y elementos a considerar al diseñar programas, pero no existe una receta única para el éxito de un programa. Existen numerosos ingredientes y depende de cada uno de nosotros crear las combinaciones adecuadas que aseguren el éxito. Todos tenemos nuestros prejuicios y preferencias, pero los programas deben determinarse primero por lo que nuestros clientes pueden manejar con éxito y no por lo que es popular o impulsado por preferencias personales. Es fácil para nosotros ceñirnos a lo que sabemos y nos gusta, pero es mucho más importante ceñirse a lo que los clientes pueden y deberían hacer.