El síndrome
metabólico es un conjunto de afecciones que ocurren juntas que aumentan el
riesgo de desarrollar una
enfermedad cardíaca, tener un accidente cerebrovascular y padecer de diabetes
tipo 2. Estas afecciones incluyen: aumento de la presión arterial, niveles
altos de azúcar en la sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura
y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.
Tener solo
una de estas condiciones no significa que se tenga el síndrome metabólico, pero
sí significa que se tiene un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad grave.
Y si se desarrolla más de estas afecciones, el riesgo de complicaciones como la
diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, aumenta aún más.
El síndrome
metabólico es cada vez más común, y hasta un tercio de los adultos
estadounidenses lo tienen. Si se tiene síndrome metabólico o alguno de sus
componentes, los cambios agresivos en el estilo de vida pueden retrasar o
incluso prevenir el desarrollo de problemas de salud graves.
La mayoría
de los trastornos asociados con el síndrome metabólico no presentan signos ni síntomas
evidentes. Una señal que es visible es una gran circunferencia de cintura. Y si
la persona tiene su nivel de azúcar en la sangre alto, es posible que note los
signos y síntomas de la diabetes, como aumento de la sed y la micción, fatiga y
visión borrosa. Si una persona sabe que tiene al menos un componente del síndrome
metabólico, es conveniente que le pregunte a su médico si necesita pruebas para
otros componentes del síndrome.
El síndrome
metabólico está estrechamente relacionado con el sobrepeso o la obesidad y la
inactividad. También está vinculado a una condición llamada resistencia a la
insulina. Normalmente, el sistema digestivo descompone los alimentos que se consumen
en azúcar. La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda a que
el azúcar ingrese a las células para usarse como combustible. En las personas
con resistencia a la insulina, las células no responden normalmente a la insulina
y la glucosa no puede ingresar a las células tan fácilmente. Como resultado,
sus niveles de azúcar en la sangre aumentan incluso a medida que su cuerpo
produce más y más insulina para tratar de reducir su azúcar en la sangre.
Los
siguientes factores incrementan las probabilidades de padecer de síndrome metabólico:
Edad. El riesgo de síndrome metabólico
aumenta con la edad.
Etnicidad. En los Estados Unidos, los
hispanos, especialmente las mujeres hispanas, parecen correr el mayor riesgo de
desarrollar síndrome metabólico.
Obesidad. Tener demasiada grasa,
especialmente en área del abdomen, aumenta el riesgo de síndrome metabólico.
Diabetes. Es más propensa de padecer
de síndrome metabólico una persona que tuvo diabetes durante el embarazo
(diabetes gestacional) o que tiene antecedentes familiares de diabetes tipo 2.
Otras enfermedades. El riesgo
de síndrome metabólico es mayor en una persona si alguna vez ha tenido una
enfermedad de hígado graso no alcohólico, síndrome de ovario poliquístico o
apnea del sueño.
Tener síndrome
metabólico puede aumentar el riesgo de desarrollar:
Diabetes tipo 2. Si no
realiza cambios en el estilo de vida para controlar su exceso de peso, una
persona puede desarrollar resistencia a la insulina, lo que puede hacer que sus
niveles de azúcar en la sangre aumenten. Eventualmente, la resistencia a la
insulina puede conducir a la diabetes tipo 2.
Enfermedad del corazón y de los vasos sanguíneos. El colesterol alto y la presión arterial alta pueden contribuir a la
acumulación de placas en las arterias. Estas placas pueden estrechar y
endurecer las arterias, lo que puede provocar un ataque cardíaco o un derrame
cerebral.
Prevención
Un
compromiso de por vida con un estilo de vida saludable puede prevenir las
afecciones que causan el síndrome metabólico. Un estilo de vida saludable
incluye:
- Hacer al menos 30 minutos de actividad física la mayoría de los días.
- Comer muchas verduras, frutas, proteínas magras y granos enteros.
- Limitar las grasas saturadas y la sal en su dieta
- Mantener un peso saludable.
- No fumar