Thursday, January 21, 2021

ASPECTOS A CONSIDERAR CUANDO SE DISEÑAN PROGRAMAS PARA EL CLIENTE PROMEDIO

Independientemente de la edad, el peso e incluso los objetivos, se deben tener en cuenta muchos otros factores para poder diseñar un programa de acondicionamiento físico individualizado que sea efectivo y seguro para cada cliente.

Como profesionales del fitness, estudiamos los ejercicios y las variables de entrenamiento que influyen en el cambio fisiológico, pero existen numerosos factores personales que son igualmente, si no más cruciales, a considerar. Por ejemplo, ¿Quién es el cliente? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cuál es su nivel de condición física actual y su historial de ejercicio o lesiones? ¿Cuántos días a la semana puede dedicar a hacer ejercicio? ¿Qué recursos u obstáculos tienen? ¿Cuáles son sus preferencias? etc. Cualquier cosa que no cumpla con estas consideraciones puede exponer al profesional del fitness (entrenador personal) a la etiqueta desagradable de "entrenador mediocre" que no demuestra un interés genuino de querer ayudar y conocimiento en la materia. Por lo tanto, debemos tener en cuenta ciertos principios básicos al crear programas de entrenamiento individualizados.

Si bien lo ideal de un programa es influir positivamente en fuerza muscular, acondicionamiento cardiovascular, flexibilidad, movilidad, equilibrio, coordinación, agilidad, potencia y funcionalidad. Esto sin duda proporcionaría múltiples beneficios para la salud y el desempeño de una persona. Sin embargo, aunque abordar cada área puede ser realista para el atleta dedicado o el deportista avanzado, para la mayoría de los clientes lograr un diseño "perfecto" de un programa de acondicionamiento físico integral será un desafío.

El mundo real a menudo nos presenta clientes que solo pueden reunirse con nosotros una o dos veces por semana (tres veces si tenemos suerte) y que además hacen muy poco por cuenta propia. Si a esto le agregamos que muchos tienen carreras estresantes y compromisos familiares, es muy común que terminen colocando a su aptitud física en el lugar más bajo en su lista de prioridades. Ahora bien, esto no significa que no se puedan abordar todas las variables que mencionamos anteriormente, pero probablemente llevará más tiempo trabajar y mejorarlas de lo que sería para un atleta competitivo o un deportista avanzado que hace ejercicio cinco o seis días a la semana.

Para un diseño de programas de acondicionamiento físico menos confuso y abrumador, nuestro trabajo es priorizar los elementos más importantes primero. Por ejemplo, priorizar la coherencia y todo lo que conduzca a ella, incluso si el programa parece no ser un "programa perfecto". Debemos tener en cuenta que un "programa promedio" realizado de manera consistente es mejor que un "programa perfecto" ejecutado de manera esporádica.

Primer paso: Alcanzar un nivel básico de acondicionamiento

Teniendo en cuenta que la gran mayoría de la población no cumple con las recomendaciones mínimas para realizar actividad física de forma constante, un profesional del fitness  debe centrarse estrictamente en los aspectos fundamentales. Por esta razón la primera prioridad con los clientes debería ser establecer los fundamentos del movimiento que conducen a mejorar la condición física, y no asumir que sucederá al revés. Antes de introducir entrenamientos duros y opciones avanzadas, debemos asegurarnos que nuestros clientes desarrollen un nivel básico de acondicionamiento cardiovascular, un nivel equilibrado de movilidad y estabilidad, dominen la técnica en los movimientos fundamentales de fuerza (empujar, tirar, sentadillas, flexiones, planchas, etc.) antes de ejecutar las versiones más populares y avanzadas de cada uno.

Segundo paso: No compliquemos las cosas

La simplicidad brinda oportunidades para que los clientes sean autosuficientes. No se debe tener miedo de perder clientes porque se les ayudó a ser independientes en los aspectos básicos del ejercicio, es probable que se pierdan más clientes si se hacen las cosas demasiado complejas o avanzadas. De hecho, la meta debería ser que los clientes se ejerciten por su cuenta, ya que si hacen más por su cuenta, podrán aprovechar nuestros servicios para ayudarlos a avanzar a los siguientes niveles.

Muchos entrenadores personales se sienten obligados a utilizar una variedad de ejercicios para evitar el aburrimiento del cliente o porque piensan que ejercicios “sofisticados” los hará ver como que saben lo que hacen. Sin embargo, esto puede ser contraproducente si no hay una razón sólida para cambiar un programa o ejercicio. Un entrenador no debe sentirse presionado pensando que necesita utilizar todas las herramientas de entrenamiento en el gimnasio, ya que esto puede dar como resultado un entrenamiento mezquino y una sesión sin dirección.

La mayoría de clientes rara vez están expuestos a la amplia gama de equipos y programas a los que los entrenadores estamos expuestos. No deberíamos tener que mirar mucho para ver que a la mayoría de los deportistas les falta dirección y fundamento científico para sus entrenamientos. Por lo tanto, cualquier sofisticación que agreguemos, no importa cuán básica sea en nuestras mentes, es un gran paso adelante para ellos. Si bien "cambiar las cosas" puede ayudar a prevenir estancamientos y mantener las cosas frescas, debe haber una razón que coincida con el objetivo final.

Tenemos muchas herramientas y elementos a considerar al diseñar programas, pero no existe una receta única para el éxito de un programa. Existen numerosos ingredientes y depende de cada uno de nosotros crear las combinaciones adecuadas que aseguren el éxito. Todos tenemos nuestros prejuicios y preferencias, pero los programas deben determinarse primero por lo que nuestros clientes pueden manejar con éxito y no por lo que es popular o impulsado por preferencias personales. Es fácil para nosotros ceñirnos a lo que sabemos y nos gusta, pero es mucho más importante ceñirse a lo que los clientes pueden y deberían hacer.