La inhibición recíproca (IR) es un reflejo
neuromuscular que inhibe los músculos opuestos durante el movimiento. Por
ejemplo, si contraes los flexores del codo (bíceps), se inhibirán los
extensores del codo (tríceps). Esta es la idea detrás del estiramiento activo y
un componente del estiramiento FNP (Facilitación neuromuscular propioceptiva). Cuando
ocurre un estiramiento repentino, el huso muscular se activa y causa una
contracción reflexiva en el músculo agonista (conocido como reflejo de
estiramiento) y relajación en el músculo antagonista. Sin embargo, este
mecanismo sólo protege durante los estiramientos rápidos, si el músculo se
estira con lentitud, los husos musculares no serán estimulados para que envíen
una señal a la médula espinal. El huso muscular se encuentra dentro del vientre
muscular y se extiende junto con el músculo mismo.
Por otro lado, la inhibición autogénica (IA) es una
relajación repentina de un músculo en respuesta a un exceso de tensión. Este
reflejo de alargamiento automático es controlado por el sistema nervioso
central y regulado por los propioceptores en los músculos y tendones,
principalmente por el órgano del tendón de Golgi ( OTG). El órgano del tendón
de Golgi es un receptor de estiramiento que indica la cantidad de fuerza
desarrollada por un músculo.
Este reflejo puede alterarse mediante la estimulación
del OTG tanto de manera negativa como positiva. La estimulación positiva
(entrenamiento de resistencia) produce una disminución en el reflejo, lo que
lleva a una mayor producción de potencia muscular; la estimulación negativa
conduce a un aumento del reflejo activo y una reducción de la capacidad de
carga muscular.
Como podrás observar, tanto la inhibición autogénica
como la recíproca ocurren cuando ciertos músculos se inhiben de contraerse
debido a la activación del órgano del tendón de Golgi y los husos musculares.
Estos dos propioceptores musculotendinosos responden a los cambios en la
tensión y la longitud muscular, lo que ayuda a proteger el músculo contra la
distensión excesiva (husos musculares) y preservar los tendones de desgarros
(OTG).
Es importante conocer estos dos tipos de reflejos
para poder tratar un músculo disfuncional y poder restablecer la producción de
potencia muscular normal. La estimulación positiva del OTG siempre debe dar
como resultado una reducción del reflejo de la IA y un aumento notable de la
resistencia muscular durante los entrenamientos, lo que generalmente conduce a
que el músculo pueda realizar un bloqueo isométrico. Un músculo sano y normal
tiene la capacidad de bloquearse isométricamente contra una fuerza aplicada
razonablemente, mientras que un músculo disfuncional se descompondrá contra la
misma fuerza o menos.