Tuesday, February 11, 2020

¿QUÉ ES LA CELULITIS Y COMO COMBATIRLA?

La piel es un órgano vital del ser humano, que recubre muestro cuerpo con el fin de alisarlo y protegerlo de las agresiones externas. Este órgano es imprescindible para la vida. Está formado de 3 capas:

Epidermis: es la capa más externa. Su misión es la de reponer células y producir melanina, que da color a nuestra piel.
Dermis: es la capa intermedia y contiene vasos sanguíneos  de terminaciones nerviosas y glándulas sudoríparas.
Hipodermis: es la que contiene en su mayor parte las células, que almacenan grasa y que se denominan Adipocitos. Los Adipocitos acumulan sustancias grasas con el fin de regular la temperatura corporal y amortiguar posibles impactos externos. Cuando el almacenamiento de grasas no se armoniza con el desgaste de éstas, se produce un aumento en la talla corporal. Así los Adipocitos o células grasas aumentan su tamaño y empujan la piel creando pequeños abultamientos o protuberancias, que se manifiestan al exterior con el nombre de celulitis o piel de naranja.

En pocas palabras, la celulitis es la grasa que se acumula debajo de la piel. La grasa y la piel permanecen juntas por lo que se llaman ‘septos’. En las mujeres, los septos tiran de la piel hacia abajo, por lo que cuanta más grasa tengas en esa área, más tensión tendrás sobre la piel. Esto es lo que crea los famosos ‘hoyuelos’ cutáneos: la piel que es estirada hacia abajo por la grasa que se encuentra debajo de ella.

Los hombres producen naturalmente menos celulitis porque la testosterona descompone la grasa, porque tienen menos receptores alfa y más receptores beta y porque sus ‘septos’ tiran hacia un lado en vez de hacia abajo, por lo que no se forman los hoyuelos que a las mujeres.

Se diferencian 4 fases en la celulitis:

Fase 1: Ectasia circulatoria: venosa, linfática y dilatación de vasos dérmicos. Edema intersticial periadipocitario.

Clínicamente: Pesadez de piernas, la zona celulítica se palpa espesa, infiltrada, menos elástica y más fría, comienza a verse a la presión la “piel de naranja”. Pueden aparecer algunas telangiectasias (venas en forma de telas de araña). Esta etapa es reversible.

Fase 2 Exudativa: La dilatación vascular aumenta, sale suero desde los capilares hacia el tejido subcutáneo. El edema empuja a las fibras conjuntivas y filetes nerviosos. Hay hiperplasia e hipertrofia de fibras reticulares pericapilares y periadipocitarias.

Clínicamente: A los síntomas de la fase 1, se agrega dolor a la palpación de la zona celulítica. A la presión aparece la «piel de naranja». Aparecen estrías y várices, tendencia a la obesidad y lipodistrofia localizada. Esta fase también puede ser reversible. Periodo de actividad genital.

Fase 3 Proliferación Fibrosa: Las fibras de dermis e hipodermis sufren una degeneración del colágeno, se forman bloques amorfos que provocan aprisionamiento de los adipocitos llenos de triglicéridos. Se altera el metabolismo celular y se forman «micronódulos».
Clínicamente: “Piel de naranja espontánea”. La piel está fría, seca y con «pocitos». Varices superficiales y profundas. Artropatías dolorosas y Lipodistrofia localizada asociada a estrías nacaradas y flacidez. Periodo premenopáusico, se hace difícil la reversibilidad, salvo efectuar un tratamiento exhaustivo y sostenido.

Fase 4 Fibrosis cicatrizal: La progresiva compresión de vasos y nervios, produce alteración nutricional del tejido conjuntivo, sin alteración real del tejido adiposo que permanece normal en su constitución química. La unión de micronódulos forma el “macronódulo”.

Clínicamente:“Piel acolchonada o capitoné” que se ve a simple vista sin necesidad de presión (nódulos duros e indoloros). Periodo post menopáusico. Esta fase no puede ser revertida

La Celulitis se forma por deficiencias de la circulación y activación hormonal, la genética y el ritmo de vida sedentario. La falta de actividad física empeora la situación. La práctica de ejercicio activa la circulación sanguínea y el metabolismo de las células grasas.

La celulitis no es una enfermedad ni síntoma de enfermedad. Aunque encontramos tratamientos como cremas o mesoterapia que pueden ayudar a controlarla, para controlarla lo mejor es combinar una buena alimentación con el ejercicio.