El
ejercicio juega un papel importante para alcanzar una salud integral, el
sistema inmunológico y la resistencia. Sin movimiento los órganos no recibirían
el oxígeno y los nutrientes que necesitan para funcionar. Las toxinas y los
subproductos de desechos naturales se acumularían y tomarían más tiempo para
salir del cuerpo. Los sistemas corporales como los linfáticos y
cardiovasculares se estancarían y los músculos se debilitarían. Por lo tanto,
es claro que el ejercicio es importante, pero ¿cuánto es demasiado y cuáles son
las consecuencias de una tremenda cantidad de estrés que debido a cantidades
excesivas de ejercicio pueden poner sobre nuestra salud y nuestros cuerpos?
Sabemos
que el estrés (físico o emocional) puede conducir eventualmente a una enfermedad.
El sistema inmunológico presenta muchos cambios después de una sesión de
ejercicio aeróbico intenso. Una ventana entre tres y 72 horas después de una actividad
aeróbica intensa deja al sistema inmune suprimido y estresado y
consecuentemente el cuerpo es más susceptible a las bacterias e infecciones,
particularmente a las infecciones respiratorias. Además, un atleta que hace
ejercicio en un estado bajo en carbohidratos provoca aumentos en las hormonas
circulantes del estrés. Sin embargo, otros factores como el estrés mental, la
falta de sueño y la pérdida de peso corporal son también factores de deterioro
de la función inmune para los atletas de deportes de resistencia.
Si la
persona no está sintiendo la excitación habitual por su régimen de ejercicio o
deporte, o si no se siente mentalmente preparado(a) para el ejercicio, podría
estar experimentando los efectos psicológicos del síndrome de
sobreentrenamiento. También podría experimentar trastornos del sueño, o
sentirse somnoliento durante el día e incapaz de descansar por la noche. Del
mismo modo, puede sentir fatiga excesiva, apatía, irritabilidad u hostilidad.
Otras emociones asociadas con el sobreentrenamiento incluyen depresión, ira e
incapacidad para concentrarse.
La mejor
manera de prevenir el síndrome de sobreentrenamiento es seguir un programa de
entrenamiento que varíe su carga de entrenamiento e incluya fases de descanso
obligatorias. El tratamiento de los síntomas físicos y psicológicos del
sobreentrenamiento requiere atención por parte de los profesionales médicos. Se
deben abordar los síntomas físicos primeramente y luego los síntomas psicológicos.
Es posible que la persona tenga que limitar su tiempo de entrenamiento o tomar
un descanso. El primer paso y más importante para el tratamiento es simplemente
reconocer que se está sufriendo de la condición.
Como
podemos ver el ejercicio y entrenamiento deportivo cuando se realiza
correctamente resultan en la mejora de la salud y el rendimiento. Sin embargo,
cuando un atleta está realizando cantidades excesivas de entrenamiento sin un descanso
y recuperación apropiados, puede sufrir algunos efectos secundarios dañinos.
Tal como
lo expresó Hipócrates hace 2,400 años: "Si pudiéramos dar a cada individuo
la cantidad adecuada de alimento y ejercicio, no muy poco y no demasiado, habríamos
encontrado el camino más seguro para la salud". Pero "demasiado"
varía de persona a persona. Algunas personas pueden ejercitarse vigorosamente
durante décadas y no sufrir ningún problema físico o cardiovascular, mientras
que otros son más susceptibles a ellos, en parte por razones genéticas, pero
también posiblemente debido a las diferencias en el entrenamiento. No hay
manera de decir exactamente cuál es el límite superior de ejercicio para todas
las personas, por lo que los entrenadores personales deben de conocer las
fortalezas y debilidades de sus clientes al momento de diseñarles un programa
de entrenamiento para evitar situaciones adversas.