Friday, August 11, 2017

SINDROME DE SOBREENTRENAMIENTO

El ejercicio juega un papel importante para alcanzar una salud integral, el sistema inmunológico y la resistencia. Sin movimiento los órganos no recibirían el oxígeno y los nutrientes que necesitan para funcionar. Las toxinas y los subproductos de desechos naturales se acumularían y tomarían más tiempo para salir del cuerpo. Los sistemas corporales como los linfáticos y cardiovasculares se estancarían y los músculos se debilitarían. Por lo tanto, es claro que el ejercicio es importante, pero ¿cuánto es demasiado y cuáles son las consecuencias de una tremenda cantidad de estrés que debido a cantidades excesivas de ejercicio pueden poner sobre nuestra salud y nuestros cuerpos?

Sabemos que el estrés (físico o emocional) puede conducir eventualmente a una enfermedad. El sistema inmunológico presenta muchos cambios después de una sesión de ejercicio aeróbico intenso. Una ventana entre tres y 72 horas después de una actividad aeróbica intensa deja al sistema inmune suprimido y estresado y consecuentemente el cuerpo es más susceptible a las bacterias e infecciones, particularmente a las infecciones respiratorias. Además, un atleta que hace ejercicio en un estado bajo en carbohidratos provoca aumentos en las hormonas circulantes del estrés. Sin embargo, otros factores como el estrés mental, la falta de sueño y la pérdida de peso corporal son también factores de deterioro de la función inmune para los atletas de deportes de resistencia.

Si la persona no está sintiendo la excitación habitual por su régimen de ejercicio o deporte, o si no se siente mentalmente preparado(a) para el ejercicio, podría estar experimentando los efectos psicológicos del síndrome de sobreentrenamiento. También podría experimentar trastornos del sueño, o sentirse somnoliento durante el día e incapaz de descansar por la noche. Del mismo modo, puede sentir fatiga excesiva, apatía, irritabilidad u hostilidad. Otras emociones asociadas con el sobreentrenamiento incluyen depresión, ira e incapacidad para concentrarse.

La mejor manera de prevenir el síndrome de sobreentrenamiento es seguir un programa de entrenamiento que varíe su carga de entrenamiento e incluya fases de descanso obligatorias. El tratamiento de los síntomas físicos y psicológicos del sobreentrenamiento requiere atención por parte de los profesionales médicos. Se deben abordar los síntomas físicos primeramente y luego los síntomas psicológicos. Es posible que la persona tenga que limitar su tiempo de entrenamiento o tomar un descanso. El primer paso y más importante para el tratamiento es simplemente reconocer que se está sufriendo de la condición.

Como podemos ver el ejercicio y entrenamiento deportivo cuando se realiza correctamente resultan en la mejora de la salud y el rendimiento. Sin embargo, cuando un atleta está realizando cantidades excesivas de entrenamiento sin un descanso y recuperación apropiados, puede sufrir algunos efectos secundarios dañinos.


Tal como lo expresó Hipócrates hace 2,400 años: "Si pudiéramos dar a cada individuo la cantidad adecuada de alimento y ejercicio, no muy poco y no demasiado, habríamos encontrado el camino más seguro para la salud". Pero "demasiado" varía de persona a persona. Algunas personas pueden ejercitarse vigorosamente durante décadas y no sufrir ningún problema físico o cardiovascular, mientras que otros son más susceptibles a ellos, en parte por razones genéticas, pero también posiblemente debido a las diferencias en el entrenamiento. No hay manera de decir exactamente cuál es el límite superior de ejercicio para todas las personas, por lo que los entrenadores personales deben de conocer las fortalezas y debilidades de sus clientes al momento de diseñarles un programa de entrenamiento para evitar situaciones adversas.