Thursday, July 12, 2018

COMO AYUDAR A LOS CLIENTES CON SUS HABITOS ALIMENTICIOS

¿Cómo ayudo a mi cliente a mantenerse motivado y alineado con su plan de alimentación?
¿Qué métodos puedo enseñarles a mis clientes a superar pensamientos que demoran su progreso como "Comenzaré mi dieta mañana" o "Qué diablos, solo se vive una vez"?
¿Qué hago cuando mi cliente dice: "Estoy tan estresado que no puedo comenzar a comer de forma más saludable hoy".

¿Estas preguntas te suenan familiares? Muchos dietistas y profesionales del ejercicio reflexionan sobre estas cuestiones diariamente. Muchas veces, puede ser muy frustrante. Como entrenador personal deseas que tu cliente tenga éxito, le das las herramientas adecuadas para hacerlo y pero tus esfuerzos fracasan. Aún más difícil es el hecho que solamente tienes unos minutos unas cuantas veces a la semana para ayudarlos, lo que puede dejarte rascándote la cabeza.

La mayoría de las veces, después de reunirte con una persona y profundizar en las razones por las que está atascado, te encuentras con una respuesta emocional o un patrón de pensamiento obstinado que interfiere con el cumplimiento de sus objetivos. Algunas veces es miedo (¿Qué pasará si cambio?), o ira (No es justo, tengo que cambiar la forma en que como). Otras veces, es estrés (estoy demasiado abrumado para cambiar), ansias (quiero comerlo), presión del medio (no puedo decir que no a mi pareja) o trauma (soy hipersensible a todo).

De hecho, un estudio reciente en la Revista de Nutrición Humana y Dietética encontró que el 55% de los participantes mencionó la tentación como su razón para comer bocadillos poco saludables y el 26% indicó comer emocionalmente (sentirse cansado, aburrido o estresado). Entonces, controlar los antojos y las emociones es clave.
¿Qué puedes hacer? Es importante entender la influencia de la emoción en las decisiones diarias de alimentación y cómo canalizar las emociones de una manera que ayude en lugar de obstaculizar los esfuerzos.

Estos son algunos ejemplos del uso de nuevos consejos psicológicos para influir en las decisiones sobre los alimentos.

1) Atrapa a tu cliente haciendo algo bueno: si bien hay muchos comportamientos que tu cliente podría modificar y están interfiriendo con su progreso, hay varias acciones que están haciendo bien. Asegúrate de señalarlos. Reforzar los hábitos positivos crea confianza y es un trampolín para otros comportamientos (por ejemplo, desayunar todas las mañanas, comer meriendas).

2) Construir en lugar de romper hábitos: lleva un promedio de 66 días construir un nuevo hábito saludable y de 2 a 5 años para romper un viejo hábito. Los nuevos hábitos desplazan a los viejos con menos esfuerzo y lucha. Para algunos comportamientos, en lugar de decirles que "dejen de hacerlo", es mejor decirles que "comiencen" una acción hoy (Por ejemplo, en lugar de "dejar de beber refrescos", que comience a beber menos cantidad y/o sustituirlos por agua).

3) Ejercicios creativos de construcción de confianza: Primero, construye la confianza y las habilidades de tu cliente en otras situaciones. Comienza señalando que tienen las habilidades correctas y que pueden aplicarlas a situaciones de alimentación. Por ejemplo, es probable que tu cliente muestre control de impulsos en otras áreas de su vida (no fumar, limitar el uso del celular, etc.). Entonces que practique esas habilidades ahora con la comida. Por ejemplo, para aumentar el control de los impulsos que realice unos ejemplos, que tome un sorbo de un refresco y en el medio diga "no más" o que abra una bolsa de papas fritas y que se diga a si  mismo que "pare", es importante practicarlo para aprender a dominarse.

Recuerda que tus clientes necesitan de tu apoyo y de herramientas que los ayuden a dar un paso más cerca de su meta cada día, no pretendas que cambien de la noche a la mañana.