Cada día se mencionan nuevas dietas que te ofrecen quitar
esas libras de mas y que lucirás un cuerpo esbelto y tonificado. Si bien el
comer saludable y balaceado te ayudará a perder peso, sino incluyes un programa
de ejercicios de acuerdo a tu condición física y metas no tonificarás tu
cuerpo.
Además, lo que muchas dietas no toman en cuenta es el
entorno hormonal de cada persona, por lo que siempre se recomienda consultar a
un médico antes de iniciar un nuevo plan de alimentación o de ejercicio.
Recuerda que lo importante no es perder peso sino que perder
grasa, ya que si te enfocas en perder peso a toda costa puedes terminar
perdiendo músculo, lo cual no es aconsejable. De manera que si estas buscando
eliminar grasa de tu cuerpo debes de tomar en cuenta como las distintas
hormonas que produces te pueden ayudar o detener ese proceso.
Existen hormonas que pueden incentivar o frenar el
proceso de lipólisis o de destrucción de grasas almacenadas en tu cuerpo. Estas
hormonas pueden ser liberadas en respuesta a diferentes estímulos, entre los
cuales encontramos la dieta y el ejercicio, los cuales puedes controlar.
Dentro de las
hormonas que pueden detener el proceso de quema de grasa tenemos a la insulina,
por lo que si tu meta es eliminar el exceso de grasa corporal debes de mantener
tus niveles de insulina estables o sea evitar picos de insulina en tu
organismo. Esto lo lograrás al evitar el sobre consumo de carbohidratos,
especialmente aquellos con un índice glicémico elevado como los azucares y las
harinas refinadas, ya que estos producen una
rápida liberación de insulina y al mismo tiempo, detienen la utilización de
grasas como fuente de energía al proveer glucosa al torrente sanguíneo.
Como herramientas
para regular la secreción de insulina y promover la quema de grasas tenemos:
ingerir carbohidratos que no produzcan una brusca liberación de insulina (índice
glicémico bajo-medio), moderar su consumo en la dieta y realizar ejercicio de alta intensidad.
Además de la
insulina como la principal hormona antilipolítica, se ha comprobado que un
exceso de cortisol en nuestro organismo reduce
la lipólisis, afectando su actividad a mediano o largo plazo.
Esto se debe principalmente a que éste es neoglucogénico, o sea que en momentos
en donde nos encontramos con mucho estrés (tanto físico como mental) nuestro
cuerpo en un afán de frenar este estrés y buscar el equilibrio incrementa la producción
de cortisol y lo hace por medio de descomponer los aminoácidos musculares. Al
producirse este proceso perdemos masa muscular que es tan necesaria para poder deshacernos
de la grasa.
Para mantener
esta hormona controlada y así, prevenir su efecto sobre la quema de grasas,
debemos cuidar
especialmente el descanso nocturno y no excedernos con el ejercicio.
Así como la sobreproducción
de insulina y cortisol puede detener el proceso de quema de grasas, tenemos
otras hormonas que nos pueden ayudar a promoverlo. Dentro de estas tenemos las catecolaminas (adrenalina,
noradrenalina y dopamina), las cuales tienen
un papel central en la activación de la lipólisis al estimular la lipasa, una
enzima que comienza la destrucción de los triglicéridos almacenados en el
tejido adiposo de nuestro cuerpo.
Éstas hormonas
se presentan en mayor proporción ante la estimulación del sistema nervioso, por
lo que para estimular la presencia de catecolaminas y así promover la
lipólisis, es de mucha ayuda recurrir a ejercicios
intensos y de corto tiempo, que elevan rápidamente la
frecuencia cardíaca como por ejemplo, el entrenamiento a intervalos,
los sprints o el entrenamiento con pesas. Cabe destacar que los atletas que
desarrollan este tipo actividades muestran incrementos mayores de catecolaminas
que atletas que realizan actividades de resistencia aeróbica, esto debido a la
mayor contribución anaeróbica al suministro de energía de estas actividades.
Otra hormona
que es probablemente mas conocida por tener un efecto de quema de grasa
relacionado al ejercicio es la hormona de crecimiento. Esta hormona además de
iniciar la quema de grasa facilita la síntesis de proteína para una recuperación
mas rápida y mejor desarrollo muscular. Entre mas intenso sea un entrenamiento
mayor será la liberación de hormona de crecimiento, esto hace que ejercicios
como los sprints de velocidad y el entrenamiento con pesas intenso con periodos
de descanso cortos, sean ideales para elevar esta hormona ayudando a quemar la
grasa y mejorar la figura.
También para
lograr una mejor composición corporal en ambos sexos no podíamos olvidarnos de
la testosterona, la cual es clave para alcanzar no sólo un buen
desenvolvimiento atlético, sino que es de mucho beneficio para mejorar la
composición corporal, ya que promueve la quema de grasa y el desarrollo de masa
muscular magra (las mujeres también producen testosterona sólo que una cantidad
mucho menor que en los hombres, aproximadamente 10%). Al igual que las otras
hormonas que hemos mencionado, los niveles de testosterona también se elevan
como consecuencia del ejercicio, en especial con ejercicios que involucran
grandes grupos musculares. En el entrenamiento con pesas, cargas pesadas
(arriba del 80% de una 1RM) y periodos de descanso cortos (1-2 minutos), han
demostrado que promueven una mayor liberación de testosterona.
Como te habrás
dado cuenta, para que tu proceso de quema de grasas sea óptimo, debes
incentivar la producción de hormonas como las catecolaminas, la hormona de
crecimiento y la testosterona, y
mantener estables los niveles de insulina y de cortisol en sangre. Esto lo podrás
lograr con un programa de ejercicios bien diseñado que incluya ejercicio
cardiovascular intenso, ejercicios con pesas y descanso adecuado para permitir
una recuperación óptima de tu cuerpo. Recuerda que todo esto también debe de ir
de la mano con una dieta saludable y balanceada. Además, debes de recordar que
el elemento principal para alcanzar tus metas se llama “constancia”, ya que no
existen atajos ni sustitutos para un trabajo duro e inteligente.