Friday, February 17, 2017

LAS MEDIAS DE COMPRESION, ¿REALMENTE AYUDAN?

Los artículos de compresión están diseñados para proporcionar niveles específicos de presión a las extremidades. Estos niveles de presión fueron diseñados en un inicio para mejorar el retorno venoso y reducir el edema en pacientes con diversos trastornos venosos. La investigación apoya el uso de prendas de compresión para estas enfermedades y se ha demostrado que pueden ayudar a prevenir o retardar la progresión de los problemas en las venas. Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿Las medias de compresión mejoran el rendimiento del ejercicio y, hay alguna razón para usarlas antes y después del ejercicio en individuos sanos?

Hoy en día estas prendas se han vuelto muy populares entre atletas y entusiastas del ejercicio, pero en un atleta saludable las prendas de compresión cumplen un papel diferente. La mayoría de los que optan por utilizar prendas de compresión piensan que van a experimentar una mejor circulación y un desenvolvimiento más eficiente. Se cree que las prendas de compresión pueden reducir las oscilaciones musculares, que teóricamente optimizarían la dirección de contracción de las fibras musculares, lo que resultaría en una mejor eficiencia mecánica. También se cree que al apretar y compactar las extremidades o el torso, estas prendas supuestamente aumentarán la circulación sanguínea, lo que ayudaría a liberar más oxígeno a los músculos mientras se acelera la eliminación de ácidos y otros subproductos de la actividad física. Además hay otros mecanismos de acción, los cuales maximizarían el rendimiento mientras aceleran la recuperación, al menos esa es la teoría, lo único que falta es la prueba de ello.

Hay un gran número de estudios que examinan los efectos de una variedad de prendas de compresión (pantalones cortos, medias y trajes de cuerpo entero) sobre el rendimiento muscular, rendimiento de salto vertical, fatiga muscular, rendimiento en carreras cortas de velocidad (sprints), respuesta después del ejercicio (recuperación), lactato en sangre después del ejercicio y DMAT (Dolor Muscular de Aparición Tardía) en sujetos sanos, todos con resultados mixtos.

Sin embargo, la mayoría de estos estudios se han centrado en las medias de compresión en individuos con problemas de salud. Muchos de los estudios se han centrado en la evaluación de medias de compresión sobre el rendimiento del ejercicio o la función vascular en pacientes con trombosis o venas varicosas, y de nuevo los resultados son mixtos.

Una investigación bibliográfica reveló que sólo tres estudios han evaluado el impacto de las medias de compresión en la función fisiológica en individuos sanos. Éstos demostraron que las medias de compresión no produjeron cambios en la recuperación del VO2 máx. o cambios en el volumen plasmático, pero sí resultaron en menores niveles de lactato sanguíneo después del ejercicio en comparación con los sujetos que no llevaban medias. También encontraron que los sujetos que llevaban medias de compresión durante cinco horas diarias tuvieron una reducción del DMAT, pero sus datos no demostraron ningún beneficio en el incremento de la fuerza o para resolver problemas funcionales. Si bien la evaluación individual de las prendas de compresión muestran algún beneficio, este es principalmente durante el proceso de recuperación.

Es evidente que los hallazgos de los estudios citados anteriormente que evalúan los efectos de las medias de compresión sobre la función fisiológica en individuos sanos y no saludables son diversos. Está claro que se necesitan más estudios para evaluar el impacto de las medias de compresión sobre el retorno venoso, el rendimiento del ejercicio, la fatiga muscular y el DMAT antes de que se puedan sacar conclusiones firmes sobre su utilidad.