Monday, February 6, 2017

¿QUÉ ES LA RABDOMIOLISIS EXACERBADA?

La Rabdomiólisis Exacerbada (RE), a veces llamada rabdomiólisis inducida por el ejercicio, es la descomposición del músculo por un esfuerzo físico extremo. Es uno de los muchos tipos de rabdomiólisis que pueden ocurrir y debido a esto la prevalencia e incidencia exactas no son claras. Sus signos y síntomas no son bien conocidos entre el deporte y la comunidad fitness y debido a esto se cree que su incidencia es mayor de la que se reporta.

Los riesgos que conducen a sufrir de esta condición incluyen: ejercicio en condiciones calurosas y húmedas, hidratación inadecuada, recuperación inadecuada entre períodos de ejercicio, entrenamiento físico intenso y niveles inadecuados de condición física para comenzar entrenamientos de alta intensidad. La deshidratación es uno de los factores más importantes que pueden dar una respuesta casi inmediata del cuerpo al producir orina de color muy oscuro.

En la rabdomiólisis exacerbada, la descomposición muscular inducida por el ejercicio excesivo puede provocar los siguientes síntomas; dolor muscular, rigidez, fatiga, orina de color oscuro, desbalance en los electrolitos y posible fallo renal. Comúnmente se diagnostica usando la prueba de mioglobina en orina acompañada de altos niveles de creatina quinasa (CK). La mioglobina es la proteína liberada en el torrente sanguíneo cuando se descompone el músculo esquelético. La prueba de orina simplemente examina si la mioglobina está presente o ausente. Cuando los resultados son positivos la orina obtiene normalmente un color oscuro, marrón seguido por la evaluación del nivel de CK en suero para determinar la gravedad del daño muscular. Los niveles elevados de CK en suero mayores de 5.000 U/L que no son causados por infarto de miocardio, lesión cerebral o enfermedad,  generalmente indican daño muscular grave confirmando el diagnóstico de RE.

La degeneración muscular de la rabdomiólisis destruye los filamentos de miosina y actina en el tejido afectado. Esto inicia la reacción natural del cuerpo para aumentar la perfusión en el área permitiendo una afluencia de células especializadas para reparar la lesión. Sin embargo, la inflamación aumenta la presión intracelular más allá de los límites normales. A medida que la presión se acumula en el tejido muscular, el tejido circundante es aplastado contra el tejido subyacente y el hueso. Esto se conoce como síndrome compartimental que conduce a una muerte del tejido muscular circundante alrededor de la lesión. Como el músculo muere esto hará que el dolor se irradie desde el área afectada hacia el tejido compartimentado. Una pérdida de amplitud de movimiento por la hinchazón también se verá en la extremidad afectada. A esto se le sumará la debilidad muscular asociada con los músculos implicados por la pérdida de la interacción del filamento.

La deshidratación es un factor de riesgo común para la rabdomiólisis porque causa una reducción del volumen plasmático durante el esfuerzo. Esto conduce a una reducción del flujo sanguíneo a través del sistema vascular que inhibe la constricción de los vasos sanguíneos.

¿Cómo prevenirla?

Las personas que están en riesgo de padecer esta condición frecuentemente están fuera de forma y recién comienzan un programa de ejercicios. Los estudios sugieren que la reducción del riesgo de rabdomiólisis puede obtenerse aumentando gradualmente la intensidad en los regímenes de ejercicio para principiantes, hidratándose adecuadamente, aclimatándose y evitando los diuréticos durante los momentos de actividad intensa. El último paso para asegurar una preparación adecuada es optimizar el plan de alimentación  del individuo incluyendo el consumo de carbohidratos, grasas, proteínas y agua adecuadas antes de las sesiones de entrenamiento.