El término "rodilla del corredor" se
utiliza para describir una serie de problemas de rodilla. Típicamente, no hay
ningún evento importante que cause el inicio del dolor, éste puede aparecer
después de una carrera, después de estar sentado por un tiempo con las rodillas
dobladas o mientras se suben y bajan gradas. A menudo, el dolor no es tan
fuerte que ocasione que la gente deje de correr o de trabajar, pero si es una
presencia molesta. Continuar corriendo o realizando ejercicios que involucren
las piernas con síntomas de rodilla del corredor sin averiguar la causa puede
llevar a que el dolor se vuelva tan fuerte que la persona tendrá que parar el
ejercicio.
Muchas personas se quejan de que tienen rodillas
malas o que sus rodillas siempre se lastiman por lo que no pueden correr o no
corren tanto como les gustaría. La rodilla siempre obtiene la mala reputación,
pero realmente una gran parte de la culpa se puede atribuir a los pies y/o la
cadera. Debido a que la articulación de la rodilla se encuentra entre estos
dos, en realidad puede ser causado por un problema en el pie o la cadera y
presentarse como dolor de rodilla. La condición también puede estar relacionada
con la mala técnica al correr, un tronco y piernas débiles o debido al
sobrepeso.
El dolor asociado con la rodilla del corredor se
encuentra ligeramente por encima o por debajo de la rótula, su nombre técnico
es síndrome de dolor patelofemoral, lo que significa que hay dolor en el área
general de la rótula y el fémur. Cada vez que se utiliza la palabra
"síndrome" significa que hay muchos factores que contribuyen al
dolor. Como ya vimos existen varios factores que pueden contribuir al dolor,
por lo que es importante identificar la causa y así poder determinar el camino
a seguir para eliminarlo.
Por lo general, este dolor empeora cuando los atletas
corren cuesta arriba, cuesta abajo o suben y bajan escaleras. A veces se oye un
“pop” y en los peores casos la rodilla puede inflamarse. Mientras que algunos
corredores experimentan dolor esporádico, otros tienen problemas casi cada vez
que recorren mayores distancias.
El mejor tratamiento para la rodilla del corredor es,
en primer lugar, evitar que aparezca. La prevención y el tratamiento de la
rodilla del corredor se puede desglosar en cinco categorías; Fortalecimiento,
estiramiento, calzado apropiado, tipo de zancada y plan de entrenamiento.
Investigaciones han demostrado que la estabilización
de la cadena cinética a través del trabajo de fuerza puede hacer maravillas en
términos de reducir el dolor asociado con la rodilla del corredor. Por ejemplo,
un estudio publicado en el American Journal of Sports Medicine sometió a 19
participantes con síndrome de dolor patelofemoral a través de un programa de
ocho semanas de fortalecimiento del tronco y la cadera. Al final del estudio,
los participantes informaron mejoras significativas en el dolor y la función de
la rodilla.
Incluso si una persona nunca ha experimentado la
rodilla del corredor, los planes de tratamiento de este dolor que buscan
fortalecer y estabilizar el cuerpo a través de la readaptación de la forma de
correr (técnica) también sirven como medidas preventivas. Si ha esto le
agregamos un programa para fortalecer el tronco, las piernas y las caderas,
estará mejorando sus posibilidades de evitar una larga lista de posibles
lesiones.